miércoles, 5 de enero de 2011

La CIA y la NSA de Lima causó terremoto en Chile

La decisión de desencadenar un terremoto como acto psicológico ofensivo de las Fuerzas de inteligencia peruana contra las Fuerzas de Chile

En la madrugada del domingo 02 de enero del 2011, un periódico limeño tenía impreso un artículo que sería exhibido en todos los puestos de periódicos de Lima, lo más relevante o lo más llamativo, era que exponía en su portal: Carrera bélica sigue en el 2011 ¡CHILE: US$3,800 MILLONES PAR MAS ARMAS!

En la madrugada antes del desenlace:

Esa misma madrugada de ese domingo, los peruanos de la CIA y los “gringos” de la NSA de Lima, y un grupo secreto controlado psicotrónicamente de la Dirección Nacional de Inteligencia DINI le hacían seguimiento a una ex agente secreto de EEUU nacido en el Perú, ahora un agente de influencia que tiene información de la nueva embajadora norteamericana de Lima, Rose Likins. y que también, es especialista en tener información de los planes de defensa de Chile y de Perú, sustraída psicotrónicamente para ser transmitida en los monitores de todos esos grupos de inteligencia, la información era analizada secretamente.
Un día anterior la CIA y la NSA de Lima aprobaron causarle un terremoto a Chile con un “pedido de chantaje” al Comando Sur Departamento de Defensa de EEUU de la Quinta Generación de Guerra 5GW, los que tuvieron que autorizar el ataque sismológico con las armas satelitales HARRP, geoestacionadas en posición de ataque y listos para disparar.

El ataque satelital HARRP contra la Defensa chilena:

Esa misma madrugada del domingo, varios temblores sacudían las costas chilenas. La situación motivó a un estado de guerra, un comando secreto de la CIA y la NSA peruanos detonaban el blanco (información altamente clasificada que tiene una serie de blancos en el sur de Chile, listos para ser atacados). Inopinadamente una orden de las Fuerzas de inteligencia de la CIA y la NSA de Lima fue apuntar con los satélites psicotrónicos al alto mando de las FFAA de Chile, al alto mando de inteligencia, al alto mando del gobierno de Chile; y sobre todo al alto mando de la CIA y la NSA de Chile.
El día era propicio para el ataque, el domingo, día asestado de veraneantes chilenos en las playas de la costa, y para otros día de reunión familiar motivado por el año nuevo.
La cadena de orden de la ofensiva peruana dio la orden de disparo a las 17:20 hora local chilena, los digitadores se encontraban listos apuntando al epicentro ubicado a 69 kilómetros al noroeste de la ciudad de Temuco del Pacífico. A las 17:21 fue presionado el botón rojo de la Sala de Guerra Satelital HARRP, el detonante sísmico tuvo una profundidad de 17 kilómetros en el Pacífico, mientras que la intensidad telúrica cifró el movimiento en 6,9 grados y situó su epicentro a 147 km al oeste de la localidad de Tirúa cercana a la ciudad de Temuco, a 900 km al sur de Santiago. Sin embargo, no hubo muertos ni heridos de gravedad.
El ataque de ondas HARRP causó el sismo telúrico que abarcó las regiones de O´higgins y Maule del centro de Chile; y el sur del Biobio, La Araucanía, Los Ríos y Los Lagos.
El pánico que causó en algunas playas de Biobio colmada de veraneantes, dio a lugar a la evacuación de los chilenos ante la paranoia de enfrentar un tsunami. Las mayores evacuaciones fueron en La Araucanía con 14 mil personas, 11 mil personas en Puerto Saavedra, 11 mil en Tótem y 15 mil en Teodoro Smith.
El miedo de la población se debió al ataque sismológico peruano del 27 de febrero del 2010, de 8,8 grados, que dejó cientos de muertos y miles de heridos. Centenares de chilenos que viajaron a pasar las fiestas de Año Nuevo a los balnearios de Villarrica y Pucón, 780 km al sur de Santiago; iniciaron de inmediato su regreso hacia el Norte, saturando las carreteras.
Por otro lado, las ondas HARRP provocaron algunos cortes de energía eléctrica y de comunicaciones telefónicas en algunas localidades de las regiones afectadas.
Al día siguiente, el lunes 03 de enero, la prensa de chilena y peruana sacaron en sus portadas sobre el terremoto ocurrido en Chile, como si hubiera sido ocasionado de manera natural. Mientras que en el Perú, los peruanos de la CIA y la NSA celebraban el triunfo de su nuevo ataque sismológico que quedó sin ataque de la contraofensiva chilena.


Juan Valdivia
Director de la revista
“Contrainteligencia”

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